viernes, junio 20, 2008

¿Qué Hay con Rodrigo y Gabriela?



Tienen un nombre terrible, terriblísimo. Cuando me dispuse a escucharlos y leí "Rodrigo y Gabriela" por primera vez no pude evitar pensar en que lo que se avecinaba era una versión Post-Y2k de "Ana y Jaime" o Pimpinela.
Pero no.
La primera canción que escuché, el octavo -track- de su álbum "Re-Foc" (Temple Bar) acabó con mis angustias porque no tiene nada que suene parecido a la voz melodiosa de Ana. En Re-Foc no hay líricas dramáticas ni nada que se le parezca a esa especie de opereta sensiblera, empalagosa e incestuosa que escuchaban nuestras abuelas. No señor: Rodrigo y Gabriela no son hermanos y tampoco se dicen te amo en sus canciones o fingen besos en sus video clips.
Todo lo anterior para decir que Rodrigo y Gabriela es un nombre horroroso y, claro está, para insistir en una digresión que me parece inevitable: Ana y Jaime conforman (conformaban) un duo políticamente incorrecto. No puedo evitar imaginarme lo que pasaba por la cabeza de mi abuelo, un conservador recalcitrante, al escuchar las canciones favoritas de mi abuela a sabiendas de que los que cantaban esos sosos diálogos de reprimenda amorosa eran dos hermanos. Los hermanos no hacen eso !Maldita Sea!

Superados "Ana y Jaime" y volviendo a "Rodrigo y Gabriela", es preciso hacer hincapié en que los segundos no se parecen (obviando el torpe nombre) en nada a los primeros. Lo de Rodrigo Sanchez y Gabriela Quintero es un asunto primordialmente instrumental que involucra toneladas de talento, técnica, precisión y por supuesto una guitarra acústica y un requinto. Suenan raro, no se parecen a muchas cosas; suenan a Flamenco pero a la vez dejan entrever sus raíces mexicanas y cuando se les pregunta por sus influencias hablan en primer lugar del heavy metal.
¿Qué son solo cuerdas? Es cierto. No pasan de ser dos pelagatos y dos instrumentos acústicos, pero cuando uno escucha canciones como "Temple Bar" se da cuenta de que no suenan a nada refrito. Lo de ellos suena realmente diferente. Dice pues, su reseña en Last.Fm que "Rodrigo es un hábil requintista que se puede desplazar de una gran velocidad a un sensual movimiento en un solo traste, mientras que Gabriela emplea rápidas técnicas rítmicas." Así es.

Me pregunto, cada vez que me topo con un álbum que me sorprende gratamente ¿Qué podría hacer mientras lo escucho? No lo he corroborado pero Re-Foc parece un álbum versátil. Como música de fondo en un buen restaurante o en una peluquería sofisticada quedaría perfecto. En una buena colección de música acústica/instrumental de ésta década sería imprescindible.

En la mayoría de reseñas que se escriben sobre estos dos Mexicanos, se insiste en las dificultades que tuvieron que soportar para llegar al -Estrellato-. ¿A quién le importa? Que en Irlanda no hayan -triunfado- inmediatamente o que les hayan negado posada mil y un veces son observaciones innecesarias. Lo que importa es que Re-Foc es un álbum delicioso al que vale la pena escuchar una y otra vez. Que la música de Rodrigo y Gabriela se basta a sí misma y no cuenta historias vernáculas sobre un México pobre y tontarrón sino verdaderos relatos sobre el mundo.

Temple Bar - Rodrigo Y Gabriela

2 comentarios:

  1. Mi favorita de ellos hasta el momento.

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  2. Sí, es excelente, yo la encontré por pura casualidad en Last.FM y no la he soltado desde ahí.

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